PERDÍ MI CONFIANZA EN EL SILENCIO
Katerina Angelaki-Rouk
Editorial Monada
Edición bilingüe
Noviembre de 2024
96 páginas
125 x 180 mm.
ISBN 978-631-00-5008-9
Traducción y compilación de Natalia Figueroa Gallardo
Ilustración y diseño de tapa de Julia Coppolecchia
Katerina Angelaki-Rouk (Atenas, Grecia, 1939-2020) fue una poeta y traductora griega conocida internacionalmente. Estudió Lenguas Extranjeras y Literatura en las Universidades de Niza, Atenas y Ginebra, y se desempeñó como traductora profesional del francés, inglés y ruso al griego. Publicó cerca de veinte libros y sus escritos han sido traducidos a más de diez idiomas e incluidos en numerosas antologías.
Fue una de las precursoras de la llamada generación escéptica de poetas de posguerra. Abordó temas y símbolos mitológicos familiares, cuestionando su contenido convencional. A partir de los años sesenta, la descripción física de los sentimientos, mediada por metáforas orgánicas y carnales, fue uno de los temas más recurrentes en su poesía. Para ella, según afirma en la entrevista contenida en este volumen, la poesía es el espacio para la esperanza: “la poesía viene de una herida, y el poema es el cirujano”.
Debo mi sabiduría al miedo;
pétalos, suspiros, matices
los tiro.
Tierra, aire, raíces sostengo;
que lo que sobra se vaya, digo
para entrar al cielo de la nada
con lo mínimo
PERDÍ MI CONFIANZA EN EL SILENCIO
Katerina Angelaki-Rouk
Editorial Monada
Edición bilingüe
Noviembre de 2024
96 páginas
125 x 180 mm.
ISBN 978-631-00-5008-9
Traducción y compilación de Natalia Figueroa Gallardo
Ilustración y diseño de tapa de Julia Coppolecchia
Katerina Angelaki-Rouk (Atenas, Grecia, 1939-2020) fue una poeta y traductora griega conocida internacionalmente. Estudió Lenguas Extranjeras y Literatura en las Universidades de Niza, Atenas y Ginebra, y se desempeñó como traductora profesional del francés, inglés y ruso al griego. Publicó cerca de veinte libros y sus escritos han sido traducidos a más de diez idiomas e incluidos en numerosas antologías.
Fue una de las precursoras de la llamada generación escéptica de poetas de posguerra. Abordó temas y símbolos mitológicos familiares, cuestionando su contenido convencional. A partir de los años sesenta, la descripción física de los sentimientos, mediada por metáforas orgánicas y carnales, fue uno de los temas más recurrentes en su poesía. Para ella, según afirma en la entrevista contenida en este volumen, la poesía es el espacio para la esperanza: “la poesía viene de una herida, y el poema es el cirujano”.
Debo mi sabiduría al miedo;
pétalos, suspiros, matices
los tiro.
Tierra, aire, raíces sostengo;
que lo que sobra se vaya, digo
para entrar al cielo de la nada
con lo mínimo